26 enero 2007

TEMORES NOCTURNOS

Yo misma trabé temerosa el placard y los cajones, la ventana esta cerrada, y la puerta descansa abierta y así permite entrar la luz que llega desde el baño. Mejor prevenir que curar, puedo decir, pero hay cosas que no se pueden prevenir tan fácilmente. Tal vez una buena compañía seria la prevención perfecta, pero no es tan fácil admitir necesitarla.
No importa que tan extremado sea el calor, de los pies al cuello me cubre la frazada, así me siento protegida. Estoy rodeada de gente, yo lo se y tengo conciencia de ello, pero no son compañía precisamente, los cuerpos descansando y las mentes dormidas.
Una de las ventajas de la luz, es que uno puede ver lo que lo rodea, a que temer y que ignorar. Pero a oscuras, que es como veo la habitación, uno no tiene idea de lo que pueden esconder los muebles, las cortinas o simplemente la oscuridad. Me ciento en la cama asustada y prendo la luz, reviso las esquinas del cuarto con la mirada y rápidamente me tapo hasta el cuello y quedo a oscuras otra vez. Cierro los ojos e intento relajarme pero lo que no hallé en las esquinas aparece en mi mente. Abro los ojos aterrorizada.
Trato de no pensar, pero es cuando comienzo a escuchar. Un ínfimo sonido podría ser una criatura en su escondite, o un intruso en la casa. Solo puedo imaginar que lo que oigo es algo terrible, temible y sobre todo negativo.
Cierro los ojos con fuerza y me tapo los oídos con la frazada mientras concentro mi mente en otra cosa. El primer pensamiento que se cruza por mi mente es alguna película de terror, que por supuesto no mire, pero con escuchar la historia me basta para formular mi propio drama. Los temibles personajes se vuelven reales para mi y puedo sentirlos a mi alrededor, o simplemente puedo verme en una situación atemorizante que la historia contiene.
Cuando no hay seguridad ni en la realidad ni en la imaginación, y uno ya no tiene donde esconderse, es cuando uno comienza a aterrarse. En este extremo intento vaciar mi mente, pero es imposible. Puedo sentir como las lagrimas se deslizan por mis cachetes. Tapo completamente mi cabeza con la frazada y con ella raspo mis oídos para no oír nada. Para distraerme, cuento del cien al uno e intento imaginar los números en mi mente. De tanto en tanto me destapo mi agitada y transpirada cabeza para refrescarme y finalmente, me quedo dormida entre números.

4 comentarios:

volvidejapon dijo...

tu blog es un gusto rocío y me encanta. Me encanta tu cabeza y tu sensibilidad. Por algo sos la hermana de ari.

Anónimo dijo...

ayayaya


volvistee!!!!
n.n
volviste ro !! t extrañooo
y no se si t veo mañana =S
U_u
quiero verteeee!
y...... eso
altas fotos de carilo eh!!
joojooo
y......... eso el resto me contas en persona..
algun dia??

te quiero demasiaado

n.n
besooote
muaaa

Ariel- dijo...

Cuando te leo me olvido tu edad. Cuando te leo me olvido que sos mi hermana. Cuando te leo me sorprendo. Cuando te leo me emociono. Cuando te leo sólo deseo que sigas escribiendo.

Sos una persona hermosa Rocío.
Te amo.

Ariel (oh hermano)

Anónimo dijo...

cuando llega la hora de dormir,te busco para abrazarte muy fuerte ,porque yo se lo que sentis......
te quiere
mami