Son las 11:40 de la noche este sábado de insomnio. Claro que todavía es temprano, no tengo de que preocuparme, pero un poco de sueño no vendría mal, porque mañana vuelo a brasil. Pero ese no es el conflicto, el conflicto es que el vuelo sale a las 6:00 de la mañana. Si el vuelo sale a las 6:00, se sobreentiende que seria conveniente llegar al aeropuerto a las 4:00, y para ello salir de mi casa a las 3:30. Para estar lista a esa misma hora es indispensable levantarme a las 3:00 de la madrugada. Ni aunque me acostara en este preciso momento descansaría lo suficiente como para estar en condiciones mañana.
Tranquilamente podría permanecer despierta hasta las 3:00 de la mañana, ya que acostumbro acostarme a las 4:00, pero eso significaría no descansar para mañana. Muchos pensaran que lo conveniente es dormir en el viaje, pero así no podría disfrutar el vuelo, con lo mucho que me gusta volar.
Podría acostarme en este instante, pero daría vueltas en la cama durante horas hasta poder dormirme. Creo que puedo hacer el intento, no tengo nada que perder. Son las 12:00 en punto, ya es domingo, el día del viaje. Los dejo con estas palabras de despedida, deséenme suerte.
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2 comentarios:
Qué bien que lo pasé en brasil. Qué buena que estuvo esa charla en el sillón. Era linda tu máscara. Vos sos linda. Te mando un abrazo enorme.
Ariel.
Si!! pasó un montón. Pasó la playa, muchas gaviotas, un par de caracoles. Pasaron detalles, flores y soles.
Y por el tuyo pasaron las cosas tan lindas que escribís. Me encantó lo de los temores nocturnos. Yo dormí años con la luz prendida, pero al fin y al cabo era peor. Me lo pasaba viendo todo tipo de sombra, de todos los mundos habidos y por haber.
Bueno niña, ahora que volviste de tus vacas debés tener mil cosas para subir. Espero verlas pronto por acá!
Abrazo grande con forma de domingo veraniego.
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